El latinoamericanismo educativo en la perspectiva de la integRESEÑASración regional
Miguel Ángel Barrios
Biblos, Buenos Aires, 2011, 146 páginas

 

Florencia Julieta Lagar

 

La distinción entre teoría y praxis ha signado la ciencia política desde sus comienzos. En lo particular, dentro de la temática de la integración regional latinoamericana existen abundantes textos académicos disponibles; sin embargo, son insuficientes los que realizan un esfuerzo explícito para conciliar ambas dimensiones. Por eso es que la publicación de esta obra cumple un papel fundamental en la disciplina, construyendo un marco teórico riguroso y pertinente para diseñar líneas de acción educativas para la región. Todo ello bajo el supuesto de que no existen políticas públicas sin presupuestos filosóficos que las antecedan.

A través de la recuperación del programa educativo de la Generación del '900 (cuyos exponentes principales fueron José Martí, Manuel Ugarte, José Vasconcelos y Pedro Henríquez Ureña), Miguel Ángel Barrios vuelve a analizar desde una perspectiva político-educativa y latinoamericanista los procesos de integración regional y sus potencialidades. Su objetivo, tanto intelectual como de acción, es proponer un modelo nacional-social que dé cuerpo al Mercosur Educativo. Además, siendo un destacado profesional por sus estudios en historia, sociología, educación y ciencia política, se reconoce parte de la corriente que trabaja para la Patria Grande y explicita la no- neutralidad de su perspectiva.El libro se estructura en una sección introductoria, cinco capítulos y un cuerpo de conclusiones. El primer capítulo, denominado "América Latina en la transición del siglo XIX al siglo XX", describe el contexto en que surgen y se desarrollan tanto el positivismo latinoamericano como la generación del '900. Para ello, realiza un recorrido por las etapas políticas de la región desde la conquista hasta la formación de los Estados-nación actuales. A partir de ese estudio detalla las problemáticas centrales de la época: la unificación nacional, la inmigración, el debate sobre los tipos de desarrollo económico y político, la democratización y el panamericanismo. Esos serán los ejes sobre los que se establecerá el debate que se propone recuperar el libro.

A continuación se analiza el positivismo y su influencia en América Latina. Penetrando en su aplicación a través de intelectuales de la misma región, Barrios examina tanto el diagnóstico que se realizaba sobre las causas de los problemas del continente como las propuestas para buscar su superación. En ese sentido, es ejemplificadora la consideración de la composición racional de la población como fuente de tales problemas. Como correlato, la visión pedagógica propuesta se basó en los siguientes ejes: laicismo, confianza en el progreso, énfasis en los estudios prácticos y enciclopedismo. Debido a que la centralización del poder incluyó el control de la educación y la cultura, este programa fue instrumentado y sirvió a los intereses de las élites.

Los capítulos tercero y cuarto describen el nacionalismo latinoamericano del '900, recuperando las enseñanzas de sus principales representantes. Inicialmente, se lo inserta en el contexto de la Revolución Mexicana de 1910 y el expansionismo de Estados Unidos de la misma época. Posteriormente, se definen sus características principales: la conciencia de la autenticidad de América Latina, la importancia del auto-conocimiento para poder presentarse al mundo, y la concepción del sujeto como un todo integral. Finalmente, desde una perspectiva más concreta, recupera los aportes de estos autores en relación al proyecto pedagógico. Son ejes comunes el rol de la educación para la preparación del hombre para el mundo, su desarrollo humano, la estimulación del amor a la patria y la creación de una identidad. Asimismo -y acorde al espíritu de la obra- conciben al pensamiento y a la acción como partes indivisibles de un mismo propósito. Resulta clarificador en ese sentido el ejemplo de José Vasconcelos, quien desarrolló proyectos concretos para volcar la universidad hacia el pueblo y regenerarlo a través la escuela.

Ya en el capítulo quinto, se presentan las conclusiones y el diseño de una propuesta para la actual Latinoamérica. A partir del esfuerzo por interrogar para el hoy a la generación del '900, se esboza un modelo educativo nacional-social, cuya base es el reconocimiento de la identidad cultural latinoamericana. Considerando esta premisa, la educación debe buscar inculcar la ciudadanía regional (democrática, social, intercultural y ambiental). Además, se reconoce la necesidad de concebirla como política de Estado, para poder implementar de forma completa el Mercosur Educativo y profundizar la integración cultural. Con ello, la instrumentación del modelo nacional social ayudará a establecer el Estado continental industrial latinoamericano como poder multidimensional, que operará en espacios geoestratégicos continentales. Por último, se sugieren algunas líneas de acción, como la armonización de los sistemas educativos sudamericanos, la potencialización de nivel primario, la enseñanza de América del Sur como eje y el establecimiento del portugués y el español como lenguas de enseñanza obligatorias.

 En suma, el libro de Miguel Ángel Barrios logra de forma cohesionada y bien estructurada su propósito de insertar la educación en los procesos de integración regional, realizando un positivo llamado de atención: "la educación nos involucra a todos" (p.36). Asimismo, a través de la recuperación del proyecto pedagógico de la Generación del '900, reposiciona a la educación como potenciadora de la identidad continental -no como esencia, sino como proceso aún en construcción-. De esta forma, supera con su propia obra la desconexión que critica de las ciencias sociales con la realidad social.